Después de varias semanas sin fútbol llegó la hora. El Dragón de Beccar vuelve a las canchas. Con un solo objetivo: GANAR. Único equipo invicto, puntero y con un partido menos. No es el momento para reconocer que la ilusión desborda. Aunque se hayan ganado los últimos dos partidos, no es suficiente. Los dos últimos rivales no son de lo mejor del campeonato. Ahora el Defe tiene su prueba de fuego. Mañana a partir de las cuatro de la tarde recibe al sexto de la tabla y el jueves al otro puntero del campeonato.
Ahora si Dragón, ahora te quiero ver. Éste redactor que se rompe la garganta por vos. Éste fanático que se olvida de vivir por vos. Éste desquiciado que quiere su cajón negro y amarillo. Éste hincha que llora y respira por vos, que te quiere ver GANAR. Te quiere ver arriba. Te quiere ver triunfar. Ésta humano que tiene erecciones y orgasmos por vos. Hoy, hoy no me podes fallar. En estos 6 días, en estos 144 días, en estos 6840 minutos. En estos dos partidos quiero verte brillar, golear, humillar. Que no haya táctica que pueda contra ustedes. Que no haya piernas ni pulmones que corran más rápido que sus corazones. Defensores de la Pelota mi patria, mi vida, mi religión. Hoy quiero ganar y que tus goles me hagan acabar. Quiero que once personas se rindan ante los pies de once monstruos. Quiero verle la cara a los putitos del rival, su cara de pánico, que su único anhelo sea la culminación del encuentro, que no encuentren fórmula para domar a once leones. Ahora si Dragón, llegó la hora.
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